El edadismo es la discriminación por razones de edad. Las Naciones Unidas ya ha calificado este fenómeno como un problema mundial, profundamente generalizado, al punto que se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad, según un informe publicado en 2021.
La revista Vogue ha dedicado un espacio ha analizar este problema en relación con la era digital, por lo que Redes Mayores ha querido traer a colación este tema, tan vinculado a nuestra área de trabajo como proyecto para el ámbito rural español.
Fue el gerontólogo, psiquiatra y autor Robert Butler el primero en acuñar el término edadismo para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. El ganador del Premio Pulitzer detectó hace más de medio siglo algunas ideas preconcebidas asociadas a la vejez, como la dependencia o la falta de atención y de memoria, entre otras; todas, por cierto, siempre negativas. Ideas a las que ahora hemos de sumar otras más propias del siglo XXI, como que los mayores se sienten abrumados y confundidos por los dispositivos móviles o que no son capaces de aprender nuevas habilidades tecnológicas.
Lamentablemente, en muchos casos esto es una realidad, ya sea por falta de contenido adaptado a sus necesidades e intereses o por diseños de interfaces digitales a menudo centrados en el público joven y basados en supuestos sobre las experiencias de los usuarios, lo cierto es que la principal solución contra la exclusión digital está en nuestras manos: a mayor alfabetización digital menor brecha generacional.
Pero, cómo podemos reducir este problema y evitar que los adultos mayores puedan quedarse atrás en una era de creciente digitalización. Pues, en el artículo desarrollado por Marta Sahelices ya se nos indica que con con ayuda, interés y formación continua. Algunos de sus consejos son:
- Analiza en qué tipo de brecha estás. ¿Tienes acceso a internet? ¿Sabes cómo conectarte? ¿Conoces qué redes tienes a tu alrededor? ¿Qué interés tienes en usar herramientas digitales? Esto último es muy importante.
- Motívate y haz un plan para conocer y aprender sobre internet y sus herramientas. Sé realista y ve paso a paso, para que puedas ir obteniendo cada vez más confianza en lo que hagas.
- No te subestimes y en tu propia mente, rompe con ideas edadistas sobre las nuevas tecnologías y si los demás han podido usarlas, tú también podrás.
- Sal de tu zona de confort. Toma el móvil, el ordenador o la tablet y ve experimentando y probando cosas con ellos.
- Pide ayuda a una persona más joven: Es esencial fomentar la intergeneracionalidad y promover el intercambio de conocimientos y habilidades entre las diferentes generaciones. Los jóvenes pueden desempeñar un papel importante en ayudar a las personas mayores a familiarizarse con la tecnología y superar las barreras que enfrentan. Al mismo tiempo, las personas mayores pueden compartir su experiencia y sabiduría con las generaciones más jóvenes, creando así una comunidad digital inclusiva y diversa.
- No dejes que sea demasiado tarde: incrementa tus habilidades lo más pronto posible y aprovechando todas las posibilidades que ella, contando con tus familiares o incluso haciendo cursos gratuitos.
No pongamos límites a nuestros adultos mayores y tratemos de involucrarlos cada vez más en el uso y consumo de herramientas y contenidos digitales, para que no se queden atrás y aprovechen al máximo las ventajas de ser parte de todo el universo digital que se sigue creando a nuestro alrededor.
Os dejamos el artículo publicado por la revista Vogue, que ha inspirado y servido como fuente esta publicación: https://business.vogue.es/tendencias/articulos/edadismo-digital-como-evitar-hacerse-mayor-tecnologicamente/822